1 de septiembre de 2009

Foto del Mes: El Bailadero de Anaga


Si existe una zona que rebose magia y misterio en las mentes de los anagueros ese es sin duda, El Bailadero.

El Bailadero es una zona montañosa de la cumbre dorsal que separa los valles de San Andrés y Taganana, siendo según el Instituto de Estadística de Canarias una entidad poblacional, si bien son pocas las personas que viven en esta zona. En ella podemos encontrar algunas construcciones y huertas, así como magnificas vistas desde sus miradores, pues podemos ver el contraste entre las dos vertientes de esta parte de Anaga.

Se trata de una zona con alta influencia de la bruma y de los vientos, caracterizada por la presencia de una vegetación de crestas dominada por los tejos Erica platycodon, aunque se encuentra muy antropizada por la carretera y las construcciones. En sus inmediaciones crecen también plantas como las magarzas de monte Argyranthemum broussonetii, bequeques de monte Aeonium cuneatum, corazoncillos de risco Lotus dumetorum, yedras de monte Hedera canariensis y algún que otro anís de risco Bupleurum salicifolium.

El Bailadero se encuentra en un gran cruce de caminos que se suma a su misticismo, pues en él convergen las sendas que desde San Andrés van a Taganana y las que desde La Laguna iban a la Punta de Anaga, ahora convertido en la carretera. Además, se halla sobre el túnel de Taganana, lugar que para muchos es un punto de poder y del que se cuentan algunas leyendas.

Pero sin duda, El Bailadero, o todos los bailaderos canarios, son famosos porque se decía que su nombre provenía de los aquelarres que en ellos practicaban las brujas. En el de Anaga, que es uno de los cuatro que perviven en la geografía del macizo, también se cuentan estas historias de bailes de brujas. En estas historias, las brujas del Bailadero bajaban a la costa luego de acabados sus ritos para bañarse desnudas en el mar.

El otro origen del nombre, que los autores hacen venir del baladero guanche*, también es aplicable a este caso, pues es sabido a través de las fuentes, la tradición y de los hallazgos arqueológicos que esta zona fue frecuentada por los guanches para sus ritos. A este respecto, Luis Diego Cuscoy dice que nuestro Bailadero «...concentraría a toda la población pastoril de la península de Anaga en las épocas de sequía para la celebración de ritos propiciatorios en demanda de lluvia».

La foto fue tomada desde la Peña Friolera el 5 de enero de 2009.


* Fray Alonso de Espinosa, en su obra Historia de Ntra. Sra. de Candelaria, dice de estos lugares: «Mas cuando los temporales no acudían y por falta de agua no había yerba para los ganados, juntaban las ovejas en ciertos lugares que para esto estaban destinados, que llamaban el bailadero de las ovejas, y hincando una vara o lanza en el suelo, apartaban las crías de las ovejas, y hacían estar las madres alrededor de la lanza dando balidos, y con esta ceremonia entendían los naturales que Dios se aplacaba, y oía el balido de las ovejas, y les proveía de temporales».

Más sobre los "bailaderos" canarios en: Bienmesabe, Revista Digital de Cultura Popular Canaria

1 comentario:

  1. Yo me acuerdo que cuando era chico mi abuela me contaba estas historias de las brujas del Bailadero de Anaga. Espero que estas leyendas tan nuestras no se pierdan nunca y que las demos más a conocer.

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