21 de agosto de 2008

Flora: La sabina


Sabina

Juniperus turbinata Guss.

Familia Cupressaceae

La sabina es un árbol o arbusto grande de hasta 8 m de altura, de porte generalmente achaparrado, presente en el Mediterráneo occidental y cuya subespecie canariensis (A.P.Guyot in Mathou & A.P.Guyot) Rivas-Mart., Wildpret & P.Pérez. es endémica de las islas Canarias y Madeira. 

Posee una ramificación intrincada y levantada, con troncos gruesos y tortuosos. Su corteza presenta un color pardo grisáceo, agrietada. La copa es de color verde oscuro.

Detalle de las hojas
Las hojas de esta conífera son escamiformes, algo triangulares y apretadas a las ramitas.

Especie monoica, las flores masculinas se desarrollan en el extremo de las ramas mientras que las femeninas lo hacen en las axilas de las mismas. Los frutos, denominados botánicamente arcéstidas, son globosos, negros al principio, volviéndose de color rojo oscuro al madurar.

Su madera ha sido muy apreciada y aprovechada desde tiempos pasados, pues ya los guanches la utilizaban para fabricar armas, herramientas, enseres, tablones funerarios, etc. Tras la conquista ha sido empleada para elaborar muebles, toneles, aperos de labranza, cachimbas, etc. También se usaba en la construcción, especialmente para techar viviendas. Como leña para quemar era muy valorada, aunque este uso contribuyó en gran parte a la drástica reducción de sus poblaciones originales. En la actualidad se recurre ocasionalmente a las sabinas como elemento de jardinería, siendo fáciles de cultivar y pudiendo moldearse su porte mediante la poda.

La sabina forma parte fundamental de la vegetación arbórea de los bosques termófilos de Canarias, si bien hoy en día es escasa y comúnmente la encontramos en reducidas poblaciones. En Anaga destacan los reductos de El Sabinal, en Afur, y la Mesa del Sabinar, en la Punta de Anaga, con numerosos ejemplares de buen porte. Asimismo, está presente con individuos aislados o en pequeños grupos por toda la geografía anaguera, encaramada en riscos por encima de los 500 m.

La antigua abundancia de esta especie en la geografía local se demuestra por su profusa presencia en la toponimia del macizo: Lomo, Hoya, Ladera, Llanito, Mancha, Paso, Pico, Gollada y Cabezo de la Sabina; Mesa, Cabezo y Lomo del Sabinar; El Sabinal, La Sabina, Hoya de la Sabinilla, Morro Sabinero, Lera de la Sabina, Cuchillete de las Sabinas, La Sabinita, etc.

Entre sus usos medicinales destaca la infusión de su corteza que ayuda a regular las menstruaciones y a combatir las enfermedades del riñón. También se le atribuyen propiedades abortivas y antisépticas.

Esta especie es el símbolo natural vegetal de la isla de El Hierro por la Ley 7/1991 de símbolos de la naturaleza para las Islas Canarias, estando protegida a nivel autonómico al incluirse en el anexo II de la Orden de Flora.


Nombre común: sabina
Nombre científico: Juniperus turbinata canariensis
Sinonimia: Juniperus turbinata / J. phoenicea / J. p. canariensis / J. sabina / J. thurifera
Orden: Pinales
Familia: Cupressaceae
Distribución: Canarias (El Hierro, La Palma, La Gomera, Tenerife y Gran Canaria) y Madeira
Conservación: no amenazada
Estatus: protegida

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